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16 de septiembre de 2013

Para sentir dolor físico?

Mi hijo va 2 semanas y media en clases y  fue dos veces a la enfermería. Ya dos veces se cae y se golpea la boca. La primera se partió el labio, el día de hoy en cambio se raspó toda la cara. Tienen unos cuadernos de correspondencia en el colegio con cupones que se desprenden cada vez que llegan atrasados, que faltan, que van a la enfermería, que cambian de bus de recorrido, etc.. Estoy viendo que para fin de mes me va a tocar comprar unas páginas extras de cupones de enfermería. Lo bueno es que es niño, y ellos cicatrizan rápido y bien. También parecería que tienen mayor tolerancia al dolor. No sé como hubiera estado yo en su lugar con toda la cara machacada.

Aunque la tolerancia al dolor, o más bien dicho la sensibilidad al dolor parece que es algo que viene alterado de familia. Me ha pasado muchas veces de estar cortando algún vegetal y cortarme, pero no darme cuenta hasta ver la sangre en la mesa; o en la facultad de medicina, prestaba mis antebrazos para que mis compañeros aprendieran a sacar sangre. En mi segundo parto, entré a la sala de partos conversando, riendo con mi esposo, con el ginecólogo y las enfermeras, y la verdad es que no sentí nada de dolor y más bien entre pujo y pujo (creo que fueron 3 en total) conversaba con todos. Por si acaso no soy masoquista y esto queda demostrado en posts anteriores, en dónde les comentada de los dolores producidos por masajes, jaja.

He visto numerosos programas o documentales en los que hablan de la fuerza o tolerancia al dolor que puede tener una madre ante una situación extrema. Pues bien, me pasó.. no fue muy extrema, pero bastante angustiante. Mi hijo pequeño se metió bajo mi cama y se quedó con la cabeza atrapada. Empezó a llorar y gritar.. Obviamente traté de poner su cabecita de lado y sacarlo como había entrado, pero era tal su ansiedad, que no había como moverlo. Así que me armé de valor, levanté la cama con un brazo y con la otra mano con la ayuda de mi hijo mayor, lo arrastramos de los pies hasta que salió. Vaya experiencia! Claro que no se iguala a madres levantando vehículos o caballos, pero algo es algo. En todo caso me siento orgullosa de que mis brazos de spaguetti hayan logrado semejante hazaña.

Ayer en la noche veía un programa de Nat Geo en dónde daban las claves para vivir más. Una de esas era tener una mayor fuerza de agarre, que según estudios aumentan la longevidad de una persona. Vi a un hombre, de sobrenombre Napalm (ya se imaginarán como era) que rasgaba con las manos guías telefónicas como si fuera una hoja de papel bond. Hablando de dolor y fuerza, justo este reportaje me cayó de pelos. Ahora sé que es la fuerza de agarre y que hay que mejorar para vivir más y mejor. Les paso el dato a lo que no vieron el programa para que lo pongan en práctica: usar hilo dental (para limpieza bucal y no especialmente ropa interior de ese estilo: no es que evitando que se vean las costuras del interior a través del pantalón van a vivir más.. o quién sabe), tomar un vaso de vino diario, ir al trabajo en bicicleta, tomar un café diario, comer muchas verduras amargas, hacer ejercicio dentro y fuera del dormitorio, no exponerse al sol, no fumar y una de las que me sonaron también cómicas: poner una cajón de cartón sobre su escritorio y colocar la computadora encima, de esa forma se trabaja parado, no sentado. Y la mejor de estas: colocar con pernos la computadora sobre una caminadora e instalarla en su cubículo de trabajo, de esta forma hace ejercicio mientras trabaja. No sé si a su jefe le gusta la idea de tener que ampliar la oficina para que entren caminadoras y desodorantes ambientales a demanda.

En fin, de todas formas, algunos consejos son válidos y de seguro no tan difíciles de aplicar. Buena semana a todos! 
Besos

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