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18 de julio de 2013

Buena para ser mujer?

Buenas noticias! Ayer fui a la entrevista en el centro de belleza, y ante mi asombro, me dijeron que tengo un poco de grasa localizada, podemos hacerle esto, aquello y esto otro, pero no necesita más masajes. Yupi!! No masajes! Cero tortura. Aunque me contaban de unos tratamientos peores de los que una se puede imaginar: Inyecciones de agua bajo la piel en grandes cantidades. Sólo de pensar en eso, ya bajé 10 libras. Por suerte no soy candidata para eso. En fin, lo que importa por hoy, es que no tendré que sufrir lo indecible para mejorar mi físico. Lo que si me hizo sufrir fue una quemadura que me hice. Vamos desde el principio. Mi rutina: me levanto todas las mañanas a las 05:35, me baño, desayuno, me arreglo, dejo listas las maletas de mis pequeños (leches y colación).. todo esto en un silencio sepulcral (según yo) para no despertar al resto de los dormilones de la casa, y luego me voy al trabajo. Me gusta tomar las cosas con calma y no tener que salir al apuro. Esta mañana me desperté 06:20. Corre!! Salí corriendo después de dejar todo listo pero no alcancé a peinarme. Con la humedad y el aire caliente del auto: llegué al trabajo casi afro. Por suerte en mi oficina tengo una planchita. Tal era mi estrés y urgencia, que me quemé el cuello sin ni siquiera haber pasado la plancha por la primera mecha. Que burra! Ahora ando a mis treintas, casada, con dos niños, con tremenda mancha violeta en el cuello, cuál adolescente estrenando novio. Conclusión: hacer las cosas con calma y poner más alto el timbre del despertador. Les ha pasado? Hacer algo al apuro, hacerlo mal y encima sufrir físicamente las consecuencias? Seguro que si.
Por suerte no soy vanidosa, porque si encima de tener que peinarme tendría que maquillarme, algunas cuantas veces hubiera estado cerca de una ceguera reversible por clavarme el cepillo del rímel. Les ha pasado? jajaja. Me acabo de acordar una anécdota con el rímel. Estaba en Buenos Aires estudiando y mi novio (mi esposo actualmente) vino a visitarme y una mañana, me metí al baño y desenrosque la tapa del rímel, pero se salió con todo.. cuál fue mi primera reacción: "Oye? estuviste jugando con mi rímel?" Pobre, se quedó helado y varios años más tarde me dijo: ahí mismo tuve que haberme dado cuenta de que estabas medio loquita y haber huído.. jaja. Pues si, a ratos, a mi como a toda mujer se nos salen comentarios que son totalmente ridículos y espeluznantes para los hombres... menos mal me quería y me sigue queriendo para aguantarme cuando desvarío y reírse conmigo, jaja.
Que difícil es ser mujer no? Es complicado y desafiante, pero muy cómico y divertido a la vez.

Mañana más anécdotas. Compartan!