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19 de agosto de 2013

Adecuaciones físicas II

Y es que este tema, se merece una segunda parte (quizás tercera, cuarta, etc...). Fui hoy como desde hace un par de semanas al centro de "Rejuvenecimiento y reducción de medidas", toda tranquila, pensando en que iba a ser como en las sesiones previas, nada de sufrimiento. Bueno, si he sufrido un poco, ya que ahora se les dió por hacerme mesoterapia (50 pinchazos en cada pierna de una solución que contiene cafeína), pero algunos se sienten, otros menos y otros para nada.. soportable. El año pasado que me hice estos tratamiento de reducción de medidas (como les había comentado en el postparto de mi 2do bebé), me alternaban las masajistas, había una delicada, otra que creo que es normal y la tercera, apodada con justa razón: La Bestia! Bueno, como en esta última vez me dijeron que ya es solo un mantenimiento, ya casi no hay grasa localizada, vamos en buen camino, un tratamiento corto, blabla.. imaginé nunca más volver a sentir esos dolores traumáticos, que le hacen sudar a una o querer orinarse en la camilla como cachorro que va al veterinario del susto (comentario vívido de mi amiga que está por casarse, que es la que me metió en esto por segunda vez y abandonó! dejándome sola sufriendo lo indecible).

Volviendo al tema, hoy voy a mi cita y me encuentro con la bestia, que me dice: hoy vamos a hacer una sesión solo de masaje profundo. Casi me muero! Empezó suave y fue aumentado la fuerza y maldad progresivamente.. no! que progresivamente?! exponencialmente!! Que dolor, sentí como me aplastaba los músculos, como me ardía la piel con cada pasada de sus manos o de sus instrumentos de tortura (rodillos y copas de madera), como sus dedos pellizcaban todo a su paso, hasta el hueso creo. Por suerte acabó pronto (40 minutos) y salí despavorida, jurándome a mi misma, terminar este y nunca más regresar por otro mantenimiento.

Y es que realmente como duele! lo que nos toca a las mujeres sentir, experimentar o vivir para hacernos mejoras. Ayer el esposo de una amiga nos decía: es distinto el envejecimiento en hombres y mujeres.. un hombre a los 50 está todavía bien puesto, se lo ve bien; en cambio una mujer a los 50 ya muestra las señales del paso tiempo mucho más evidentes. Tiene toda la razón, las mujeres envejecemos más y más rápido que los señores. Seguramente por eso, empezamos a tempranas edades a preocuparnos y someternos a todo tipo de tratamientos, por lo general dolorosos (saben de alguno que no duela??) y a veces hasta a medidas más agresivas como las cirugías estéticas.

Y eso que muchos hombres también se hacen tratamientos estéticos: depilación, bronceado, masajes reductores, gimnasia pasiva, tintes, implantes, etc.. Pero nunca tendrán que luchar con la famosa celulitis que es la cruz de toda mujer. Si bien Gwyneth Paltrow en una entrevista dijo que ella tuvo celulitis en algún momento de su vida, con tratamientos, dieta y ejercicio, desapareció y no volvió! En mi caso es una mentira.. no tengo tiempo para entrenadores personales, ni dietas fabulosas y peor tratamientos caros. Tengo que trabajar, lidiar con niños pequeños, hacer de ama de casa y esposa... a que rato me dedico a hacer ejercicio constante o a hacer purés de verduras espectaculares que sean sabrosos? Para la mujer promedio es imposible darse esos lujos y no toca más que resignarse a tener celulitis y dejarse caer en las manos experimentadas de la bestia para mejorar.

Se me han pasado por la cabeza ciertos arreglos quirúrgicos que me quedarían muy bien a mi criterio (el diablito en el hombro izquierdo), pero siempre tengo el freno (el angelito en el derecho) de "y si por vanidosa quedo tiesa en la sala de operaciones?". Es una decisión difícil y muy personal de cada mujer. Yo por ahora las descarto (no del todo en algunos años), pero el miedo de perder algo valioso es más que el de perder unos kilos de más.

De todas formas, creo que todas las mujeres somos bellas por dentro y por fuera. Unos retoques de vez en cuando nos ayudan a subirnos la autoestima y a vernos un poco más lindas. Contrariamente a lo que pensaba antes (claro con 10 años menos, flaca y tonificada), creo ahora que lo importante es sentirnos bien con nosotras mismas, hacernos tratamientos o cirugías las que quieren por y para nosotras, y no por estereotipos o presión masculina. A la final, hay que también aprender a querer a su cuerpo, sacarle los provechos que tiene y si hay algo que corregir, mejorar o sacar por aquí o por allá, no tiene nada de malo darse una manito.

Feliz semana a todos y en especial a las que nos sometemos a "mantenimientos"