No les pasa? A veces me da pena de estar todo el día: No a esto, no a lo otro, pero te dije que no, etc.. que aflojo un poco y justo cuando me relajo, pasa la travesura, rompen algo, o se caen, etc.. Y después me digo a mi misma: ahí está! aflojaste y pasó lo que no tenía que pasar.
Por suerte no son cosas graves, pero sí molestas: rayas violetas en el sofá beige de la sala, un pedazo de la pasta del libro de cuentos infantiles a medio mordisquear, CDs que vuelan fuera de sus cajas, fabricación de quesos caseros (como ya les conté en un post anterior), etc... etc.. etc... Son cosas que se arreglan con un buen scotch (cinta adhesiva) o jabón.
Pero hasta dónde se ponen los límites? Recuerdo que cuando era niña, tuve una educación bastante rígida. Cuidado si regaba la sopa, si rompía un vaso o si me acercaba a una pared recién pintada, porque me escapaba de recibir una patada voladora (estoy siendo un poco exagerada claro). Con mis pequeños soy mucho más flexible de lo que fueron mis padres conmigo, pero no quisiera tampoco caer en el otro extremo de que hagan lo que quieren sin medir las consecuencias de sus actos. Son pequeños, sí y hay muchas cosas que aún no entienden o recién empiezan a entender. Creo con todo mi corazón que hay que ponerles límites a los hijos desde temprana edad y el decirles así sean cien veces "no" durante el día, los ayudará a futuro a saber distinguir inmediatamente, en automático, lo que está bien y lo que está mal.
Les duele el corazón y se sienten la peor porquería cuando los castigan? siii! A mi siempre. Los castigos en mi casa consisten en: te vas a tu cuarto y cuando te calmes y vayas a portarte lindo (la gran frase de nuestro hogar es portarse lindo o portarse feo.. y funciona!), puedes volver. Otro castigo que funciona de maravillas y a muchas de mis amigas les consta es: si sigues así ponemos la pijama y te vas a dormir en este momento (efecto mágico en mis hijos, que no bien oyeron la palabra pijama, ya están siguiendo las normas del manual de Carreño). Rara vez me ha tocado pasar al castigo físico y cuando ha ocurrido, que es cuando el daño producido ya es más grave o si se están golpeando entre ellos, una nalgada les ha ayudado a recapacitar o pedirse perdón el uno al otro. No soy mucho de la idea de los castigos físicos, me da más pena aún y es algo a lo que no estuve acostumbrada durante mi vida y creo que resulte ser una buena persona sin haberlos recibido.
Me ha funcionado bastante bien el "te vas a tu cuarto", que no me parece una forma muy dura de castigar. Lo que más gracia me causa es que en sus cuartos, tienen libros, juguetes, etc.. no es un "castigo" en sí, ya que pueden seguir jugando o haciendo lo que quieren ahí; pero para ellos es como si para un adulto lo mandaran a la celda de reclusión jajaja. En fin, lo que importa es que funciona y meditan acerca de lo sucedido y se calman (que llega a ser lo más importante, cuando hacen travesuras por estar hiperrevolucionados).
Si tienen mejores ideas lo sugerencias, vivencias... soy todo oídos
Una linda semana, esperemos sin tantos "no"
Beso!
