Siempre una amiga se me burla desde que le conté cuál era mi plato favorito, por la facilidad y rapidez de hacerlo: puré de papa de caja y salchichas. Lo que más le causa gracia era mi forma de hacer mi plato super gourmet: ponia a hervir agua y cocinaba las salchichas, una vez que estaban listas, las sacaba y metía en esa misma agua el puré en polvo para reconstruir. Plato completo listo en 5 minutos; luego cortaba un tomate y estaba del otro lado. Otra maravilla que aprendí, es la pasta con mantequilla y sal. Cuando me casé y le conté a mi esposo de mis maravillosos platos, creo que se empezó a asustar.
Menos mal, de algún lado repentinamente me brotó el gen de la cocina (que estuvo dormido durante toda mi vida), y empecé a esmerarme. Ya me salían platos buenos, bien condimentados y que hasta los que vienen a comer a la casa, se repiten: siempre es una buena señal. Lo que más me llena de alegría es ver que mis hijos comen todo lo que les preparo con buena cara. Seguramente es la famosa "sazón de mamá" a la que uno se acostumbra desde pequeño.
Me llegó un mail de un amigo en cadena. Por lo general, borro enseguida las cadenas, pero esta me pareció interesante. Consiste en escribir una pequeña receta de cocina y reenviarla a los contactos de la persona que te la envió y añades los tuyos. De esa forma en el lapso de 1 mes, recibes alrededor de 30 recetas cortas (salsas, galletas, sopas, entradas, ensaladas, etc..) y la verdad es que hay algunas buenas, fáciles y que se leen apetitosas. Voy a intentar algunas pronto, siempre es bueno probar cosas nuevas.
Claro que dentro de lo que me gusta. Desgraciadamente, me gusta la cocina, leer recetas, ver programas de cocina de chefs, pero como cosas muy básicas. En lo que respecta a carnes: cerdo, res y pollo. Muy difícilmente me salgo de esas 3 proteínas. Así que cuando me compro libros de chefs excelentes y veo que hay un 10% de recetas de lo que como y el resto: pato, pescado, ciervo, conejo, etc.. me muero de la pena. Por lo menos en cuanto a legumbres y verduras he logrado ya comer de todo.. antes no me pasaban ni las berenjenas ni los pimientos. Ahora los como y hasta compro todas las semanas en el supermercado.
Mis hijos comen de todo menos mal. Es más la gente me queda viendo raro en el supermercado cuando los dos al pasar por las verduras, empiezan a gritar: Brócoli! brócoli mamá!! o lo que me pasó una vez llegando a casa, desempacaba las fundas de verduras y el más pequeño encontró la que tenía el brócoli, lo empezó a despedazar y a comerse crudo. Como verán no son muy exigentes y con un buen plato de brócoli, estoy del otro lado.
Hoy como es domingo, vamos a comer fuera!! No tengo que pensar en que hacer o como hacerlo.. me gusta cocinar pero también es lindo ir a sentarse y solo comer.
Feliz domingo!
